¿Un ascensor de cristal para la Cámara Santa de Oviedo?

Acudí hace unos días a la presentación del Plan Director de Accesibilidad de la Catedral de Oviedo, celebrada bajo el imponente retablo dieciochesco de Santa Teresa, obra, entre otros, del taller de Juan de Villanueva y que se ubica en el brazo sur del transepto catedralicio que da acceso a la entrada a la Cámara Santa.
                                                                         

La obra, magnífica, ante la que me detengo en diversas ocasiones cuando ejerzo mi profesión de guía de Turismo para describir el mensaje de sus esculturas y la espectacularidad de sus columnas salomónicas, narra en la predela, la escena de la Transververación de Santa Teresa de Jesús quien, en éxtasis,  recibe las flechas de amor espiritual de un delicioso Niño Jesús.

Pero los asistentes a la presentación de dicho estudio no pudimos admirar en esta ocasión ese breve, pero trascendental relato de la vida de la santa, ya que ante él, desplegado con gran gusto, estaba el panel-photocall que la Fundación María Cristina Masaveu Peterson había colocado para realzar la estética del evento.

En este estudio que se presentó se trata de "crear un espacio de reflexión sobre la integración y la accesibilidad a la Cultura y al Patrimonio Arquitectónico y Artístico protegido que precisa de una sensibilidad especial". 
Así, esta Fundación persigue "facilitar un instrumento cultural y global en torno a la accesibilidad que sea asequible y comprensible para todo tipo de público", según se nos explicaba en la nota de prensa.

Para la elaboración del mismo se contó, lógica y acertadamente, con las diversas entidades y asociaciones de personas con discapacidad del Principado, coordinadas por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad del Principado de Asturias, CERMI-Asturias.
 A saber: FESOPRAS, APADA, ASPAYM y ONCE cuyos representantes posan en la foto.

Como anfitriona de la Fundación, en el centro, la directora de Proyectos de la Fundación, Ana Martínez Obregón, a su izquierda, el arquitecto responsable del proyecto, Leopoldo Escobedo Sela, y asimismo las autoridades eclesiásticas encabezadas por el Deán, Benito Gallego, anfitrión en la Catedral, el director del Archivo catedralicio, Agustín Hevia, y los representantes políticos y asociativos que participaron en el acto: el Viceconsejero de Educación, Cultura y Deporte, Alejandro Calvo, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, José Ramón Pando, la presidenta de CERMI Asturias, Mónica Oviedo y el presidente y la vocal y responsable del Área de Accesibilidad de ASPAYM Asturias, Javier Rubio y Victoria Ruiz, Javier Piñera (FESOPRAS) y Yobanka Cuervo, presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Asturias.
                                                                      

La Fundación María Cristina Masaveu Peterson lleva realizando interesantísimas intervenciones en este ámbito de la "Accesibilidad Global" y del "Diseño para Todos" desde 2008, a partir del convenio que firmaron la Fundación y el Arzobispado de Oviedo con ocasión de la Celebración del Año Santo Jubilar y en comemoración de los centenarios que se cumplían ese año, de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria.

Desde aquellas fechas, se renovaron elementos y textos documentales sobre el patrimonio arquitectónico y artístico de la Catedral, se adecuó la mejora de la escalera barroca de Francisco de la Riva que era el primitivo acceso a la Cámara Santa, se crearon las realidades virtuales de los Tesoros de la Cámara Santa, ubicadas en la girola y que a los guías de Turismo y a los visitantes nos resultan tan útiles para ver "un poco más de cerca" las maravillas que acoge la Cámara Santa de Oviedo, y se llevó a cabo la jornada cultural para personas con diversidad funcional en la clase magistral que impartió el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, Vidal de la Madrid, sobre el conjunto catedralicio. 

El acto fue conducido magistralmente por Ana Martínez Obregón, directora de Proyectos de la Fundación.
                                                                

 En primer lugar intervino Benito Gallego, deán de la Catedral que aludió al "Domus Dei" grabado sobre la Puerta de la Limosna que da acceso al Claustro de la Catedral, en la Corrada del Obispo, como: "Casa de Dios y casa de todos los hijos de Dios, también de los que tienen alguna discapacidad, de los que acuden al culto y de los amantes del Arte y de la Historia".
Gallego mostró su colaboración total para dotar de la accesibilidad que requieren las personas con problemas de movilidad, "con respeto a la naturaleza y valor patrimonial de la Catedral".

Tuvo el deán asimismo, palabras de agradecimiento para la Fundación, para su presidente Fernando Masaveu, para su vicepresidenta y directora general, Carolina Compostizo que aunque no estaban presentes físicamente, sí con todo su apoyo de largo recorrido a la Catedral y para el autor del estudio, Leopoldo Escobedo Sela quién, en su alocución, ennumeró los pasos a seguir, contando con la ayuda de Javier Rubio (ASPAYM) coordinador de las reuniones previas donde surgieron las dos ideas claves del Proyecto:
-"Lo primero que se necesita para comprender el edificio es llegar a él, entrar en él, disfrutarlo en su interior, recorrerlo y volver a salir, con la particularidad de que tiene que ser siempre por el mismo sitio" concretaba. Añadió el arquitecto que "los edificios cuentan cosas y las personas tienen que ser capaces de conocerlas e interpretarlas", lo cual les llevó a la segunda idea del trabajo:
-La Accesibilidad total: física y al resto: a la cultura, a los espacios...

El estudio, según Escobedo,  "aporta las ideas necesarias para que, con las ayudas técnicas que se tienen hoy en día, se solventen los problemas de no accesibilidad" (tanto para las personas con discapacidad auditiva, como visual, etc). 
                                                                   

 Mónica Oviedo la presidenta de CERMI Asturias aseguró sabiamente, entre otras cosas,  que: "las barreras de comunicación son las más olvidadas, porque no se ven".

Por su parte, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, José Ramón Pando, arquitecto durante veinticinco años en el sector privado y presidente en el Consistorio ovetense, del Consejo de Accesibilidad, expresó su comprensión ante la dificultad de eliminar las barreras arquitectónicas en el edificio protegido que es la Catedral, a la vez que reconoció, por una experiencia vivida, que Oviedo es una ciudad complicada para las sillas de ruedas.

Por último, Alejandro Calvo, viceconsejero de Cultura, afirmó en su intervención leída y refiriéndose a la Basílica ovetense que: "En la Catedral, los elementos del pasado se hacen un sitio en el presente y se incorporan y dan sentido a la idiosincrasia del lugar que les acoge. Ese carácter de vigía mudo y perenne del acontecer histórico es el que le ha acabado convirtiendo en una de las enseñas más queridas por el conjunto de la población asturiana".

Como siempre, con buen tino, el Deán cerró el acto como anfitrión concluyendo que: "este es un primer paso. Que todos estemos en nuestro lugar para dar los pasos siguientes y que ustedes, no sólo vengan, sino que estén a gusto en la Catedral".
                                                                

 A la salida, Victoria Ruiz, de ASPAYM Asturias, logró arrancar al Deán el compromiso de revisar esa falsa rampa (le falta eliminar dos centímetros de desnivel para que sea una rampa total) situada en el acceso por la Puerta de la Perdonanza. 
"Para eso sí que el Cabildo puede tener dinero" concedía Benito Gallego asesorado por uno de los expertos en el Plan Director de la Catedral y por el arquitecto Escobedo.
                                                                                   

En ninguna de las intervenciones de aquella mañana se aludió directamente a la posible colocación del famoso ascensor: un "elevador mecánico, transparente, con autonomía..." del que se hace mención literalmente en el libro-documento del Proyecto presentado.

Su ubicación sería, sin agresiones, en el interior de la prerrománica y románica Torre Vieja, o Torre de San Miguel y permitiría el acceso directo a las personas con discapacidad física, a la Cámara Santa, donde podrían admirar desde cerca, todas la reliquias que alberga la sagrada dependencia de la Catedral de Oviedo.
                                                                                 

 Ya fuera de escena, una vez finalizada la presentación oficial, el Viceconsejero Calvo afirmaba en sus declaraciones a la prensa que no había dinero para ese ascensor.

De momento, la Fundación Mª Cristina Masaveu Peterson, ha hecho, con este riguroso y decicido estudio, una seria declaración de necesidades e intenciones. 

Santa Teresa, desde lo alto de su retablo de oro estofado, asistía a la terrenal escena, sin turbarse, ni espantarse. 

Que el tiempo diga y que los hombres y las mujeres, hagan.

        












Comentarios

  1. La verdad es que cualquier iniciativa que suponga un impulso para la Cámara Santa, será bienvenida.

    Interesante crónica, gracias Regina.

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