Santa Cristina de Lena, una de nuestras dignas señoras en Asturias


Una nueva cita informativa, de carácter artístico-patrimonial me llevó este final de semana pasado, a Lena, donde preside, desde lo alto de la pequeña cima de Felgueras, la bellísima joya prerrománica de la iglesia de Santa Cristina de Lena que se encuentra situada en plena Vía de la Plata y que, como otros monumentos prerrománicos, es, desde 1985 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Esta foto que inicia el post está hecha desde lejos, en la senda que conduce al monumento y a la que sólo tienen acceso rodado los propietarios de fincas del entorno, el resto, a pie.

El día, espectacular, sirvió de maravilloso marco meteorológico para el recorrido externo y la visita interna del monumento al que algunos historiadores, por ciertas similitudes estéticas con Santa María del Naranco (los clípeos, las bandas y los capiteles troncopiramidales de su interior, por ejemplo) sitúan cronológicamente en la época del rey Ramiro I (842-850), aunque este dato no está del todo claro.

Debajo, el siempre espectacular iconostasio.


A lo que se iba: a mostrar a la prensa y a los selectos invitados, las obras de rehabilitación acometidas desde hace meses y que hacían que, a pesar de las redes, andamios y velos protectores que la cubrían, los visitantes-amantes de este tipo de delicias histórico-artísticas, la contemplaran en su proceso de limpieza, retoques y curación con la admiración que siempre provoca.
 

La actuación, valorada en 164.736,75€ y acometida por la Dirección General de Patrimonio Cultural, gracias a la subvención (por la integridad de la cantidad) que el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes concede anualmente para actuaciones en el Prerrománico asturiano, fue realizada por los arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia y dirigida por la arquitecta de la Dirección General de Patrimonio María Hernández.  
Consistió en la reparación de las patologías que presentaban las fábricas pétreas del exterior en muros y contrafuertes y que habían causado la pérdida de masa en diversos sillares situados en muros y en 32 contrafuertes de sillería, distorsionando la percepción de los volúmenes, ya que las aristas se habían degradado, repercutiendo en la contemplación de la bellísima iglesia.



También se "rescataron" tres huecos cegados y se modificaron los que pertenecían a la estructura original de la nave, que habían sido reflejados en unos dibujos del año 1886, realizados por Velásquez Bosco.

Sobre estas líneas, una de las dos ventanas tríforas de caliza blanca, restaurada en la actualidad y debajo, un pequeño vano con moldura de concha venera, un guiño innnegable al Camino de Santiago.

En todos los vanos de la iglesia se colocaron unas redecillas muy flexibles, pero, al mismo tiempo muy resistentes, que permiten el paso del aire y provocan una corriente natural en el interior de las naves que, al circular libremente, impide la formación de humedades.

       
 Sobre estas palabras, el precioso vano y la venera, entre dos prerrománicos contrafuertes, uno de ellos, el de la izquierda, de arenisca, más afectado por el desgaste exterior.

En la imagen inferior, Jorge Hevia explica a la consejera de Cultura, Ana González, en presencia del director general de Patrimonio Cultural, Adolfo R.Asensio y del también arquitecto de la Consejería, César García de Castro, entre otros, las intervenciones, sobre las imágenes del "antes y el después".
                                                                         

Posado de los asistentes. De izquierda a derecha, según se mira: Víctor Cedrón, delegado diocesano de Bienes Culturales, Jorge F. Sangrador, vicario general, Jorge Hevia, arquitecto, Ramón Argüelles, alcalde de Lena, Ana González, consejera de Cultura, Inés Faes, guía y guardesa de Santa Cristina, Adolfo R. Asensio, director de Patrimonio Cultural y los concejales socialisas Santos Morán y Víctor Manuel Fuentes.


Detalles del exterior de Santa Cristina de Lena


 Arriba, contrafuertes restaurados en la época de Luis Menéndez Pidal, una intervención clara y sin complejos, diferenciándose expresamente el sillar colocado posteriormente, de una caliza más dura, grisácea, en contraste con los de la piedra local, de caliza ferruginosa.

Está claro que adoro las piedras, y tuve la suerte de coincidir en esta convocatoria con el petrólogo Luis Valdeón que acudió con su compañera Araceli Rojo. Ambos realizaron un mapeo petrológico del monumento, determinando así las zonas del mismo en cuanto a su deterioro, intervenciones... Luis me contó detalles realmente interesantes sobre la construcción protagonista de la jornada.

Asimismo coincidí con el arqueólogo Sergio Ríos, al que conocí en mi época de estudiante, y con el que compartí algún curso, y cómo no, con la encantadora Inés, la guardesa, heredera de una tradición que procede de sus abuelos, también guardianes de Santa Cristina desde hace décadas. La consejera Ana González destacó con afecto su papel y el de su marido al frente del cuidado del monumento.

Unos y otros me transmitieron numerosos conocimientos y detalles sobre Santa Cristina que completaron los datos que yo ya tenía y que os contaré cuando concertemos una visita guiada a la ya anunciada por la consejera "Ruta del Prerrománico asturiano", tras la también prevista ampliación y mejora de la señalización para el acceso a Santa Cristina, que si bien se puede hacer, teniendo como referencia el Aula del Prerrománico de la Cobertoria, sí que se precisa más señalizadores y carteles en los accesos por carretera.


 

                                                                                

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