Mensaje en una botella: delicias regalables en el centro de Oviedo

MUB (Mensaje en una botella) ha sido una original idea de varios inquietos y geniales veladores de la calidad y la excelencia en el producto gastronómico de lujo, en los que participa mi amiga Lola Fernández   vinculada a este sector como profesional de larga trayectoria que es, y empleada de la tienda de Oviedo Latas y Botellas, propiedad de Pedro Luis Fernández, socio fundador de Mosela (mosela.es)  junto con la sociedad Manuel Orejas S.A. y la Tienda del Vino de Germán R. Blanco, gerente, asimismo, de esta nueva empresa.

Como "mano organizadora", la del periodista gastronómico David Fernández-Prada desde su empresa Gustatio (gustatio.es).

                                                                             
MUB se celebró este pasado martes 30 en el Hotel Barceló de la ovetense calle Cervantes, que fue tomado, literalmente, desde las 17.00 hasta las 21.00, por distribuidores y clientes, consiguiendo un ambiente muy logrado en los tres pisos en los que se desarrollaba la muestra y degustación, amenizado por la presencia de cuatro actores que daban el toque teatral y divertido al evento.

En la foto inferior una de las actrices, encarnando a una simpática criada decimonónica, limpiadora a la vez y con acento ruso. Lo bordaba.


Como acudí muy temprano porque no me era posible hacerlo a la hora del ambiente máximo, había aún poca gente, aunque ya se veía bastante movimiento.

Entre los más madrugadores, el chef Pedro Martino, en charla con el consultor en competitividad Antonio Ramírez Crespo.

                                                                             
Ahumados, vinos, cervezas, champagnes, chocolates y otras muchas delicatessen colocadas con primor en los halls y habitaciones del hotel a las que habían quitado las camas, contribuían al ambiente mágico, burbujeante y ya con cierta evocación navideña, en el que, tanto los profesionales del sector, como los visitantes se mezclaban, copa en mano, en búsqueda de un nuevo vino o champagne que probar, un chocolate que saborear...

Imagináos el autocontrol que hay que tener para no probar alguna de estas delicias!
Bueno, realmente me ayudó lo temprano que acudí, a primera hora de la tarde, pero si hubiera llegado a una hora más próxima a la cena, ¡vaya si os hubiera contado de primera mano, qué tal sabía el salmón, los chocolates, o...!



 En una de mis idas y venidas, pude saludar a Lola Fernández, una de las anfitrionas y quién me invitó a acercarme a esa fiesta gastronómica tan novedosa para Oviedo.


 En la barra del hall, un camarero preparaba sus combinados con ginebras de marcas participantes en MUB.

Aunque no bebo alcohol blanco, tampoco pude probar ninguno de los caldos que se ofrecían, ya que me esperaba un volante, una palanca de cambios, un embrague, cuatro ruedas... pero los asistentes que viven en Oviedo sí que pudieron disfrutar de todos los productos que se mostraban y ofrecían en MUB.

                                                                             
 Las bodegas trajeron detalles decorativos muy bonitos para ambientar las habitaciones con detalles de un atrezzo bodeguero: cepas, sarmientos, corchos, sacos, cartelas...colaboraron a crear un atelier-vinoteca en las paredes del vetusto edificio que alberga al Hotel Barceló en Oviedo, diseñado a principios del siglo XX por el arquitecto Luis Montes, restaurado por el Grupo Inmobiliario Arboleya e inaugurado en 2007.


En el trasiego de los pasillos, una felicitación para mi colega David Fernández-Prada, creador de Gustatio, que ha tenido a bien traer a Oviedo una de sus estupendas ideas, en colaboración con estos profesionales que he mencionado en las líneas de inicio, con más de 30 años de trayectoria en esta profesión de la distribución de bebidas y productos delicatessen.   


Debajo, una vista, desde una de las galerías del hotel, del exterior del mismo, del atractivo bar de copas con el que cuenta "Galatea" y de la calle Cervantes, una de las arterias del "Oviedo chic" que sin duda se veía muy favorecida y animada por la afluencia de estos profesionales, clientes, amigos y visitantes  que ya, cuando yo me iba, iban abarrotando la puerta de entrada.
                                                                               
                                                                                                                                                                




Comentarios

Entradas populares de este blog

Simpático y protector "sanjuanín"

Compañeras del "A" de las Dominicas 1968-1982: Mi joyero escolar

La hortensia, esa bella sin aroma