La Granda: por una continuidad protocolariamente pactada

En su trigésima tercera edición ya, los cursos de La Granda son un clásico absoluto de la información veraniega en Asturias.
Aunque, tanto los directores de los cursos, como los ponentes invitados se repitan con cierta frecuencia, para la autora de este blog siempre es gratificante acercarse a esa especie de espacio telúrico que supone esa zona de la comarca de Avilés.
El pantano de Trasona, el chalet de los años cincuenta, el entorno que le rodea, hacen de La Granda, un estupendo lugar para una intelectual escapada veraniega de la que disfrutan los y las egregios invitados, que acuden año tras año a la llamada del auténtico álma páter del proyecto que ya dura más de tres décadas: Teodoro López Cuesta, paladín de la causa cultural de calidad y glamourosa, a juzgar por el tipo de personajes que por allí se dejan caer cada verano.
A pesar del momento político de transición que le tocó vivir en cuanto a la petición de ayuda para financiar los cursos (elecciones autonómicas) consiguió, un año más y, a pesar de la crisis, que instituciones y empresas apoyaran su empeño anual y así, un año más, La Granda sale adelante.

                                                                             
En esta ocasión, y ya no con la frecuencia de otros veranos en los que cubría casi todos los cursos para mi crónica La Lupa, me acerqué hasta allí la pasada semana, invitada por el profesor de Derecho y experto en Protocolo, Julio Carbajo González, un hombre extremadamente escrupuloso en todas las materias académicas que maneja.

En esta ocasión, Carbajo, único director de este curso, titulado: "Protocolo: Uniformidad y Condecoraciones", que se celebró del 3 al 5 de este mes de agosto, acompañó en la última jornada a profesores y cursillistas en una mañana de agradable temperatura y el habitual cielo nublado del verano agosteño asturiano.
Entre los docentes que ya habían impartido sus ponencias en los días pasados, se encontraban esa mañana en las dependencias de La Granda, el embajador de España, ex jefe de Protocolo del Estado y habitual en estas jornadas, Joaquín Martínez-Correcher; el director de Relaciones Externas del Consejo Superior de Deportes Alfonso Jiménez, el secretario adjunto de la Grande Chancellerie de la Légion d'Honneur, Mr. Jacques Tisne, el asesor del Presidente del Gobierno en la Dirección del Protocolo de la Presidencia del Gobierno, Alejo Arnaiz Marina, el antiguo responsable del Departamento de Protocolo de RTVE y participante en la Comisión para la atención de las víctimas del terrorismo y ex co-director del curso de Protocolo, Pablo Batle Mercadé, el director de Protocolo de la Presidencia del Gobierno Miguel Utray Delgado y el diplomático y antiguo introductor de embajadores José Luis de la Peña.
Éstos dos últimos protagonizaron las últimas ponencias de la mañana y del curso en sí.




                                                                                 
Entre los cursillistas, los fieles aficionados al Protocolo, asistentes a otras ediciones en La Granda, algunos y algunas profesionales en esta materia, y otros-as habiendo realizado diversos cursos, como el que también dirige Julio Carbajo en la Universidad, apoyado siempre por la competente María Avello, que también se encontraba allí como pieza imprescindible en el desarrollo del mismo curso.
Junto a ella, la responsable de Protocolo y Comunicación de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Pía Portilla González; la experta en Protocolo Juana María García; el subteniente de la Oficina de Comunicación del Regimiento Príncipe número 3, Vicente Oliver y otras cursillistas como Elvira Queimadelos, Cristina Cabero, y el escultor Vicente Canónico, entre otros.
En total, unas siete u ocho personas que este año realizaron este siempre interesante curso.
La crisis también se ha notado en este verano académico.
 

Utray comenzó su intervención, sobre "La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III" manifestando su agradecimiento por la invitación al curso, ya que es la primera vez que acude, pero, al mismo tiempo, reflexionando sobre su asistencia allí, "inquieto por el movimiento de los mercados", aludiendo al delicado momento económico que estamos viviendo a nivel ya mundial.

Desgranó los tipos de órdenes, medallas, las instituciones que las otorgan, "algunas condecoraciones que ya, ni las conozco" y propuso seguir a general francés De Gaulle, dejando sólo las más emblemáticas e históricas que en España, serían: el Toisón de Oro, la medalla de Carlos III, la de Isabel la Católica, la del Mérito Civil, la de Alfonso X el Sabio y la de San Raimundo de Peñafort y el resto "subsumirlas en las del Mérito Civil".
                                                                          
Su intervención, llena de datos clave para conocer la Orden de Carlos III, antecedió, sin solución de continuidad, a la de José Luis de la Peña, quién disertó sobre "Criterios Básicos para la Utilización de Condecoraciones en Actos de Etiqueta y en Uniformes", utilizando para iniciar su intervención, una imagen fija de la película Patton, que mostraba al propio general ostentando una serie de condecoraciones y bandas en un farragoso e incongruente orden de colocación; "un cúmulo de errores" como el mismo de la Peña calificó.

Para ilustrar parte de su charla, nos enseñó varias medallas que traía en sus respectivas cajas, y su correcta colocación en los trajes de ceremonia, tanto para hombre, como para mujer.
Entre ellas, las medallas del Mérito Civil de España, de Italia y otras, a tamaño natural colocadas sobre un pasador.



             
Es muy interesante conocer los grados de las condecoraciones: collar, banda, cruces, y los tamaños: natural, rosetas (para ropa civil), miniaturas... Saber también que, llevando chaqué, sólo se puede llevar una medalla, siempre de ámbito académico (Academia de Medicina, etc) nunca condecoraciones, ni cruces, como la que llevaba incorrectamente David Beckham en la boda del príncipe William de Inglaterra con la ya princesa Catherine Middleton, su cruz de Caballero de la Orden del Imperio Británico; y nos enseñó que con el frac se pueden llevar varias, pero siempre en la versión miniatura.

También, entre otros muchos conocimientos, datos y conceptos, (los colores de las cintas de moiré, los tamaños de las veneras, los materiales,...) nos recordó la existencia de los diversos trajes de gala: el traje nacional, el académico, el del Orden Judicial, el traje talar...

                                                                             
El curso de Protocolo se cerró con la entrega de los diplomas a los cursillistas, las palabras de Carbajo, el recuerdo al histórico en el mundo del Protocolo Felio Vilarrubias, que este año no pudo acudir, y las emocionadas frases, expresadas con la dificultad que le causan sus problemas respiratorios, del fundador de los cursos y presidente de la Fundación de Estudios Hispánicos, Teodoro López Cuesta, que se refirió, como empeño continuista, a La Granda, "como siempre", y se despidió de todos "hasta el año que viene".

En las imágenes que os ofrezco a continuación, los momentos habituales de descanso y trabajo entre ponencia y ponencia: el habitual café, el momento sofá de la periodista y el personaje, y el posado para el recuerdo, incluidos.



                                                                           

                                                                         

                                                                       

Comentarios

Entradas populares de este blog

Simpático y protector "sanjuanín"

Compañeras del "A" de las Dominicas 1968-1982: Mi joyero escolar

La hortensia, esa bella sin aroma