El Saltillo eligió Lastres para hacer el Camino

Si no fuera por las citas que llevo viviendo este verano, cerca del mar, y porque éstas se celebran a unas horas en las que, en otoño o invierno, sería de noche, bien podría pensar que acudo con mi boli y mi libreta a eventos marineros otoño-invernales en toda regla.

                                                                                
El mar, que también es camino. Y si no, que se lo pregunten a los marineros. A los de Lastres, por ejemplo.
Esta penúltima semana de julio he tenido la oportunidad de compartir allí, un encuentro organizado por las Comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi.


                                                                              
El barco-escuela "El Saltillo" atracó en el puerto de Lastres, procedente de Hondarribia, con dirección Santiago de Compostela. Con este recorrido por diversos puertos de la Cornisa Cantábrica se pretende impulsar la candidatura del Camino del Norte a Patrimonio Mundial de la UNESCO.

La convocatoria nos llegó a los Guías de Turismo del Principado de Asturias, a través de la Sociedad Regional de Turismo y como me comentó Noemí Castaño de la S.R.T. "cuantos más agentes sociales estén presentes, mejor", pues allá que me fui, en un atardecer un tanto nostálgico y muy, muy asturiano.

El Saltillo es una goleta de 26.5 metros de eslora total, 5.25 de manga y 2.88 de calado.
La tripulación, capitaneada por Mikel Lejarza, la componen 14 alumnos y alumnas de la Escuela Técnica Superior de Náutica de la UPV, acompañados por dos técnicas de Cultura y del Camino de Santiago del Gobierno de Euskadi, Amaia Goikoetxea e Itziar Aloria.

Aderezando los encuentros con la prensa y población de las villas marineras donde atraca El Saltillo, invitados/personajes del mundo del deporte, del periodismo y otras facetas, como, en esta escala asturiana fueron: la montañera Rosa Fernández, el piloto Javi Villa, el copiloto Alberto Iglesias, el ciclista Peio Ruiz Cabestany, el doctor Jacques Bourdier, la bodeguera de la Rioja Alavesa Victoria Cañas (Vinos Díez Caballero) y el inolvidable periodista Alfredo Amestoy, todos ellos inmortalizados por la cámara del avezado fotógrafo de El País, e invitado especial a este barco para ejercer de tal, Txetu Berruezo que me ha cedido amablemente un par de fotos: la primera de grupo que os ofrezco al final del post, y la de la metopa, y que aparece posando en la foto de abajo, en el extremo derecho de la misma.

                                                                         
El Saltillo es un barco construido en Amsterdam en 1932, adquirido en 1934 por Pedro Galíndez, que en 1968 lo donó a la Escuela de Náutica.
Según Lejarza "es un barco que enamora, y más navegando".
En ese intervalo entre 1934 y 1968, Galíndez, todo un personaje en el País Vasco que ejerció, entre otros cargos, presidente de la Cámara de Comercio, bautizó a su nuevo velero como su residencia en Portugalete, y se lo prestó, durante diecisiete años, a Don Juan de Borbón, padre del Rey Juan Carlos I, en su etapa de exilio en Estoril.

En él han navegado muchos miembros de la Familia Real española. Incluso algunos de ellos navegaron en él a las Islas Griegas con motivo del enlace matrimonial de Juan Carlos y Sofía de Grecia.

El actual capitán de El Saltillo, recuperado posteriormente en 1988 por Fernando Cayuela, recordó de pasada, ante un abarrotado salón de actos de la Cofradía de Pescadores de Lastres, el histórico encuentro, en 1948 entre esta preciosa goleta y el no menos histórico Azor, para que sus dos tripulantes más egregios: Don Juan y Franco, parlamentaran en alta mar.

Pero de los días más bellos queda, como recuerdo, esta metopa que luce en el interior del velero.

                                                                             
Como anfitrión local de tan diverso mapa de invitados, el alcalde de Colunga, Rogelio Pando, arropado, entre otros, por los concejales Jesús Menéndez, Julia Cubiella y Sandra Cuesta.

Por parte de la Sociedad Regional de Turismo, y ya recibiendo a los recién llegados que querían subir a bordo del velero, la dispuesta Cristina Álvarez (también presentó el acto) que estaba acompañada por el vicepresidente de la Asociación de los Caminos del Norte, Joaquín Milans del Bosch, la hija de éste, Sisita y el resto de la familia, y llegando para la hora en punto y viviendo sus últimos actos ya como gerente en funciones de la S.R.T. Noelia Menéndez, muy concienciada del fin de su etapa y deseando "continuar trabajando, que es lo único que sé hacer" me confesaba camino del puerto en compañía de Noemí Castaño, mientras dejábamos a ambos lados redes, boyas y las coloristas lanchas marineras.


                                                                                 

                                                                               
Como he comentado párrafos arriba, el salón de la Cofradía estaba atestado de gente.
Por trabajar allí y como anfitrión eventual, recibía al personal, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Carlos Manso.

Entre los asistentes, muchas señoras-esposas de los componentes del Coro Manín de Lastres que, dirigidos por Inmaculada Suárez, en ausencia de su director Faustino Martín, interpretaron la conocida "Salve Estrella de los Mares" y Asturias Patria Querida, muy coreada por los invitados vascos.
Tampoco se quisieron perder esa tarde de novedades marineras el hostelero Eutimio Busta, el colungués Luis Norniella (de curioso parecido con Amancio Ortega), José Enrique Foyedo, presidente de la Asamblea Local de Cruz Roja, y el director del Hotel Palacio de Luces, Ricardo Silvestre, entre otros.



                                                                          
Como comentó el capitán de El Saltillo en su entretenida intervención ("Y eso que no se le daba bien hablar, según nos dijo a los postres del almuerzo de hoy", nos comentó en la presentación la simpática Cristina Álvarez), "Lastres es un pueblo especial porque han acogido a la tripulación. Nos han dado la opción a descansar", decía Lejarza, refiriéndose a otros puertos en los que han atracado, al parecer con menos tranquilidad que el bello Lastres.

Entre los "holas ¿y tú, quién eres?" y los "encantados de conocerte", también las sorprendentes observaciones de Amestoy hacia mi persona: "Podrías haber sido actriz. Eres única, una entre cien mil". Menos mal que a una la pillan con este tipo de declaraciones, ya mayor.

                                                                                
Lastres, camino del Camino. Él sí que lo es y lo sigue siendo.
Camino de agua, camino de mar.
Un bello puerto y una impactante villa en la Comarca de la Sidra, en Asturias, que enamora a todo aquel que la recorre, cuestas, pedregales y vericuetos incluidos.
Lastres: una parte del Camino, absolutamente especial.
Lastres, única, una entre más de cien mil.


Como dicen los marineros: ¡"Buen viento, buena proa, buena mar", veterano y resistente Saltillo!

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