Y la Asturias tenaz consolidó su independencia

                                                                    
“El militar lo es las 24 horas del día” recordaba la tarde del luminoso lunes 4 de octubre, el capitán de navío y comandante naval de Gijón, Juan Manuel Beceiro refiriéndose a su amigo y colega, el general de división, Francisco Ramos Oliver quién conferenciaría dentro del ya 3º Encuentro Internacional Bicentenario de la Guerra de la Independencia organizado por los profesores de la Universidad de Oviedo, José Girón y Alicia Laspra, patrocinado por el Ministerio de Defensa, el Ayuntamiento de Grado y Cajastur y en cuyo desarrollo también se ha contado con otros organismos. En las jornadas que este año tuvieron como enunciado “España y Portugal 1810: Sociedad, política y Guerra. El papel de Francia y Reino Unido” han participado interesantísimos historiadores como Gérard Dufour, de la Université de Provence,  el teniente general Andrés Casinello, o Carlos Guardado de Silva, de la Universidade de Lisboa, entre otros. Precisamente éste disertaba, previo a la ponencia de Ramos, sobre “Portugal ante una España invasora convertida en aliada” ante un auditorio de fieles seguidores entre los cuales se encontraban, como arte y parte en las jornadas, el delegado de Defensa, coronel Baldomero Argüelles, y como asistentes, muchas esposas de militares, figuras imprescindibles en la vida de estos profesionales, como así recordó el propio Beceiro y el general Ramos, refiriéndose a su mujer, Loren, sentada en primera fila. En los bancos corridos del Aula Magna del Edificio Histórico, el teniente coronel Jorge García de Castro, en sustitución del coronel jefe del Acuartelamiento Cabo Noval, Francisco Rosaleny, en fase previa a su partida a Afganistán; también entre el público, el ingeniero de Minas Edmundo Salazar, esposo de la concejal Conchita García y compañero de estudios, por ende,del alcalde ovetense Gabino de Lorenzo, el coronel José Gutiérrez, la gran seguidora y amiga de Alicia Laspra, Trinidad Rodríguez y su marido Manuel Fernández, el veterano coronel de la Guardia Civil, Gumersindo Baragaño, el reservista Antonio Cuesta, el tataranieto del militar Melchor Sánchez, participante en la Guerra de la Independencia en Asturias, Iván Sánchez, los también aficionados al tema castrense, los historiadores Félix Feito y Álvaro Díez, y José Luis Bobes y su amiga Carmen Granda. Beceiro ejerció de estupendo glosador. Su ingenio y chispa se colorean con su acento gallego. “Una de las mejores presentaciones que me han hecho” afirmó Ramos con admiración tras la enumeración de circunstancias que el marino encadenó sobre la vida del general: “Ha cambiado dieciocho veces de destino…Nadie como un militar para entender la Ley de Murphy” concluyó. Una gozada compartir ese momento con ambos militares, tan experimentados e inteligentes. Tras invitar a los presentes como director del IHCM, a visitar el Museo del Ejército en Toledo, se imbuyó, como experto que es, en las operaciones terrestres y anfibias de la segunda invasión francesa en Asturias y los devenires de las fuerzas españolas en aquella contienda, en el equivocado papel de Napoleón, en la presencia de Wellington, o en la figura del asturiano general Arce. Ramos Oliver es un gran conocedor de todos estos pasados acontecimientos que son la pura Historia de Asturias, maravillosamente contada.

A la derecha de la imagen el comandante naval Beceiro y a la izquierda, el general de División Ramos Oliver

                                                                       
                                                                              
                                                                            

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