Sabiduría empresarial gallega en tierras asturianas


Que los gallegos y las gallegas son personas muy listas no es algo que vaya a descubrir yo ahora. Lo son y lo ejercen en cualquiera de las modalidades de la vida: amistades, amores, estudios, política, relaciones sociales...y no digamos las empresariales. Con motivo de las fiestas de San Mateo (ya superadas) la Asociación Día de Galicia en Asturias, celebra desde hace 15 años sus premios a empresarios y empresarias gallegas, o con raíces galaicas afincados en Asturias. En alguna ocasión lo ha hecho en una carpa que instalaba en el paseo de la Rosaleda del Campo de San Francisco de Oviedo, pero en esta edición (desconozco si en otras) lo hizo en la Cámara de Comercio. Como anfitrión, su presidente Severino G. Vigón, el director de la misma Pedro Rodríguez y como impulsor de la asociación y del evento, Manolo Quevedo, acompañado en la mesa por el vicepresidente Ramón Oro, padre de la periodista Cristina Oro, actualmente en Madrid, en Cuatro. Catorce empresas asturianas con raíces gallegas y alguna galaica fueron las protagonistas de esta edición. El conocido Moisés Pérez (ex Casa Lin), que regenta actualmente Casa Moisés, acudió acompañado por su asesor Joaquín Fernández;  la ONCE, setenta años en Asturias, organización representada en este acto por su delegado territorial José Antonio R. Bolado, que llegó, como es habitual, acompañado de parte de su equipo: Imelda Fernández, consejera general, Abel González, presidente del Consejo y José Ramón Sánchez, jefe de Coordinación. El Hotel de la Reconquista también se llevó su premio, recogido por su director, Ramón Braña, casado con una gallega, y que estuvo acompañado del responsable de eventos Óscar Fontán; más empresas de origen gallego afincadas en Asturias: Carnicerías Rodera, representada por Ana Belén y Roberto Rodera, hijos de los fundadores, Agustín y Emilia; la empresa Tablestone, encabezada por su gerente Rafael Cordero, en compañía de su familia y de su amigo José Mª Saavedra; la asesoría fiscal y laboral Gespasa, cuyo gerente, José Luis Díaz recogió diploma y plato; el bar “La Niña Bonita” cuyo propietario, el gallego Marcos G. Barbazán “aterrizó en Asturias por amor”; los hermanos Liédanos: Ángel y Juan Carlos recogieron premio para su empresa Indelac, así como el conocido José Castro para FrioBas; el restaurante El Cenador, propiedad de José Luis Mondelo y Ana Fernández, hijo él de los fundadores José y Estrella; Gestico, cuyo gerente Emilio G. Blanco, de Souto, acudió también a la entrega; Electricidad Llano, representada por el gerente Andrés Llano, su hija Yolanda y su sobrino Carlos Díaz, y como premiados estelares, la Televisión Gallega con José Manuel Maseda, redactor jefe de Informativos, como rostro corporativo, y también Juan Carlos Bernaldo de Quirós y su mujer Laura Quintana, de Clavo Congelados, enclavada en Galicia, con orígenes asturianos, en este caso. Otros asistentes: Julián R. Donate y José Antonio Caunedo (Caja Galicia), y Juan Fernández (Campomanes 2000) y Darío López (Pierrot) se sumaron a este anual hermanamiento.                                                                                             

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